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5.26.2008

Inicio de vacaciones

Salir a plazas públicas a caminar y pensar; convivir un poco con mi madre; visitar mi vocacional con Lalo y charlar con él; iniciar la lectura de Gog; salir al Zócalo a divertirme con mis amigos Andrés, Hiram y Brisna; pensar en nuevos y viejos proyectos; asistir a la clase de biología molecular y retomar el análisis del algoritmo en el cual estoy trabajando; visitar el Munal con Gaby Emma; leer uno que otro paper; retomar el ejercicio físico y festejar el cumpleaños veintidós de Andrés han sido las actividades que he realizado en mi primera semana de vacaciones de verano este año. Unas vacaciones que veo como bien merecidas y necesitadas que no pudieron llegar en mejor momento. Como le comenté una vez a Norma: "Una semana más de escuchar a vendedores de biblias que me intentaban convertir en uno de ellos y me hubiera vuelto loco".

Mi nueva forma de ver las cosas ha comenzado a fraguar. Ya va siendo hora de construir sobre los nuevos cimientos.

Levántate y anda

Hoy (ayer, dada la hora en la cual estoy escribiendo) cumplió 22 años Andrés, uno de mis mejores amigos. Yo estoy cerca de cumplirlos también y, como sucede a veces cuando uno siente que una etapa termina y otra empieza, he estado pensando en mis vidas pasadas (no, no creo en la reencarnación o asuntos de ese estilo) e hice un hallazgo interesante después de echarle un vistazo a las pocas fotos que guardo de cuando jugaba fútbol americano: Desde hace varios años pienso que aquella fue la mejor etapa de mi vida.

Dicho descubrimiento me ha hecho entender que, si bien los años que han pasado desde que dejé dicho deporte han sido un poco más duros y con menos satisfacciones en número que antes, las cosas no están mal y en realidad tengo todo para mejorar y buscar nueva grandeza. He recibido varios golpes desde aquél evento pero ninguno lo suficientemente grande como para ser mencionado ahora y mucho menos como para ser mencionado en mi futuro epitafio.

No terminaré este escrito diciendo que "la mejor etapa está por venir" ya que eso no se dice: Se hace. Se vive.